_Tercer curso

_2016

_Proyectos Arquitectónicos 5

_Primer proyecto - Individual

_Capilla Laica

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_Plaza de les Glòries, Barcelona     

                   (Proyecto Canòpias Urbana)

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        Cuando echamos la vista atrás vemos la capilla como el sitio en el que esconderse, como en la famosa leyenda de Zamarrilla, un lugar donde estar a salvo y donde lo de fuera queda en otro plano de realidad. Pero, ¿Cómo debería ser una capilla en nuestros días? En cierto modo no se aleja mucho de estas primeras, no hablamos de buscar seguridad, pero sí se necesita en muchas ocasiones un sitio en el que desconectar, una esfera donde encontrarte, donde recordarte, un lugar con otros tiempos. Sobre todo en ciudades tan rápidas como es esta, en sociedades tan conectadas como es la nuestra.

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          Una estructura de roca y agua nos muestra el camino hacia nosotros, camino que no es único. La imagen exterior parece tosca, una roca negra que pareciendo haber surgido de las profundidades de la tierra deja tres grietas por las que podemos apreciar levemente el interior. Su rugosidad morfológica y táctil atraerá los sentidos y llamados por la curiosidad entramos a través de una de estas estrechas aberturas. Una vez atravesado el muro encuentras algo de ti, encuentras un leve reflejo tuyo a tus pies mientras de fondo escuchas el eco del agua caer que ya empieza a eclipsar los sonidos de la ciudad.         Mientras te vas sumergiendo en esta atmósfera fresca, con el sonido del agua y con el movimiento de las hojas de los árboles que rodean la capilla, comienzas a deambular por ese estrecho pasillo salpicado de charcos que mostrarán reflejos confusos de cielo, árboles, piedra y de ti. Otras grietas aparecen, el sonido del agua que escapa por ellas es mucho más fuerte, pero hasta atravesar el muro no tienes una visión completa de este espacio central. Empiezas a caminar, como si sobre agua fueras, tu reflejo aparece en las paredes, el ambiente es fresco, los sonidos son relajantes, vas siguiendo tu camino hasta llegar al final, y allí paras. De pronto te ves en todos lados, te miras, te recuerdas.